Kimber y Rocky, dos valientes perros que soportaron maltrato y sufrieron profundas heridas tanto físicas como emocionales.
Pablo Steklenski, el fundador de Flying Fur Animal Rescue, organizó su traslado desde Carolina del Norte hasta Nueva Jersey, donde Rescue Dogs Rock NYC les estaba preparando un nuevo hogar. El viaje fue arduo para estos dos caninos, con múltiples paradas en el camino antes de llegar al avión.
Sus heridas y las secuelas del maltrato los hacían moverse con lentitud y mostraban signos de inseguridad. Kimber aún se estaba recuperando de una herida de bala en su cráneo.
Steklenski compartió, “Me conmovió profundamente su situación y les permití tomar el control. Una vez en el avión, Kimber se acurrucó entre los asientos, buscando compañía”.
Añadió, “Le conseguí una manta y la coloqué en un asiento reclinable a mi lado para que estuviera más cómoda”.
Durante el vuelo, Kimber permaneció tumbada, a veces mirando por la ventana hacia los rayos del sol. Casualmente, una canción que decía “deja que brille, deja que brille” sonaba en mis auriculares. Fue un momento emotivo y difícil para mí”, compartió Pablo.
Por su parte, Rocky se acurrucó en la parte trasera y durmió profundamente, quizás por primera vez en mucho tiempo, sabiendo que nunca más sería maltratado.
La llegada a su destino fue más sencilla; su caminar ya no era tan doloroso. Quizás el descanso durante el vuelo y la vista desde el cielo les devolvieron un poco de fuerzas.
Desde este momento, Kimber y Rocky tendrán la oportunidad de comenzar una nueva vida, gracias al apoyo y dedicación de muchas personas que han invertido tiempo y esfuerzo para que finalmente reciban el amor que tanto se merecen.
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