El escándalo en torno al magnate de la música, Sean Diddy Combs, ha resurgido en los últimos meses, despertando nuevamente el interés del público con una serie de acusaciones nuevas y antiguas que exponen un lado oscuro de la industria del entretenimiento. Estas acusaciones no solo implican a amigos famosos de Diddy, como Justin Bieber y Kim Kardashian, sino que también se remontan a su larga relación con la cantante Cassie Ventura y otras mujeres que ahora han decidido hablar.
La intriga comenzó con un video viral de 2021 que muestra una interacción aparentemente inocente entre Bieber y Diddy, lo que generó teorías en línea. En las imágenes, Diddy parece tocar el pecho de Bieber, y algunos fans especularon que podría estar buscando un dispositivo de grabación oculto, alimentando teorías sobre desconfianza y secretismo en las interacciones de Diddy con el joven artista. Estas suposiciones crecieron aún más cuando aparecieron videos del inicio de la carrera de Bieber, mostrando cómo Diddy lo introducía en un estilo de vida lujoso desde los 15 años, algo que ahora se observa con recelo debido a su posible impacto negativo en el cantante.
El escándalo aumentó con la demanda que Cassie presentó en 2023, acusando a Diddy de una década de abuso, manipulación y control que comenzó cuando ella tenía solo 19 años. La demanda detalla afirmaciones perturbadoras, incluyendo incidentes donde Diddy supuestamente forzó a Cassie a realizar actividades sin su consentimiento, controló sus finanzas y su vida personal, y la proporcionó drogas que la mantenían dependiente de él. Aunque el caso se resolvió fuera de los tribunales, las declaraciones de Cassie y la demanda misma han alentado a otras personas a presentar sus propias acusaciones de abuso y mala conducta.
Otro aspecto que ha generado preocupación es la relación entre Diddy y otras figuras públicas, incluida la familia Kardashian. Al analizar clips antiguos de Keeping Up with the Kardashians, los fans notaron referencias de Kim y Khloe Kardashian asistiendo a las infames fiestas de Diddy. En un episodio, Khloe menciona viajar temprano en la mañana para asistir a un evento organizado por Diddy. Estas menciones, que en su momento fueron divertidas, ahora se interpretan de otra manera, levantando sospechas sobre el tipo de reuniones que Diddy organizaba y la posible implicación de sus invitados en actividades cuestionables.
Además, una reciente redada del Departamento de Seguridad Nacional en las casas de Diddy en Los Ángeles y Miami habría descubierto cintas y grabaciones de sus eventos, alimentando rumores sobre posibles materiales de chantaje que podrían involucrar a varias celebridades. Rápidamente, los abogados de Kim Kardashian emitieron órdenes de cese y desista para quienes sugirieran su participación en las supuestas actividades de Diddy. A pesar de estos esfuerzos, las especulaciones persisten, especialmente después de que Kim dejara de seguir a Diddy en redes sociales días antes de la redada, lo que despertó preguntas sobre su conocimiento de los problemas legales del empresario.
Aun así, las acusaciones de Cassie siguen siendo el centro del escándalo. Ella afirma que el comportamiento de Diddy iba más allá de la manipulación, describiendo incidentes donde él supuestamente amenazaba su carrera y bienestar. En su demanda, Cassie acusa a Diddy de intimidarla y controlarla mediante tácticas de intimidación y de utilizar a su personal para seguirla cuando intentaba alejarse. Tras su demanda, varias mujeres han salido a la luz, algunas con acusaciones similares de control, manipulación y actos no consensuales.
Entre estas nuevas acusaciones, una mujer identificada como Jane Doe alega que Diddy la obligó a consumir drogas, lo que le provocaba desmayos. Durante estos episodios, dice que él abusaba de ella e incluso grababa algunos encuentros sin su consentimiento. Relata la presión intensa de los asociados de Diddy, quienes supuestamente la persuadieron para terminar un embarazo. Este nivel de coerción, junto con tácticas de intimidación, revela un patrón de explotación y abuso.
La complejidad de la situación de Diddy aumentó en septiembre de 2024, cuando fue arrestado en el Park Hyatt de Manhattan, enfrentando cargos de tráfico de personas, coerción y asociación ilícita. Después de su detención, Diddy se declaró no culpable y solicitó libertad bajo fianza, ofreciendo una fianza de $50 millones y condiciones de arresto domiciliario. Sin embargo, el juez negó su solicitud, citando preocupaciones de riesgo de fuga y posible intimidación a testigos.
Actualmente, Diddy se encuentra detenido en el MDC de Brooklyn, con restricciones en sus privilegios. Informes recientes sugieren que podría estar en huelga de hambre, y se dice que sufre de miedo a ser envenenado. La situación se complica mientras continúan las investigaciones y surgen nuevas revelaciones, y el caso plantea dudas sobre el poder y la protección dentro de la industria del entretenimiento.